::. the contact between glances it is not single attraction or interest... one can be obsessed an the other not in account.::

martes, 22 de junio de 2010

GOBIERNO DE UNIDAD POPULAR




Salvador Allende, que asume el 3 de noviembre, intenta construir una nueva sociedad basada en el socialismo a través de la democracia, una experiencia única a nivel mundial. Entre sus primeras medidas continua el proceso de reforma agraria y se inicia un proceso de estatización de empresas consideradas clave para la economía nacional. A partir de ciertos resquicios legales, basados en un decreto ley de 1932, si una empresa detenía su producción podía ser intervenida por el Estado, por lo que el gobierno de la UP incita a que los trabajadores detengan sus actividades y así, estatizar las empresas.
Estas medidas fueron rechazadas por los partidos de centro y de derecha y por la Cámara de Diputados como veremos más adelante, lo que no sucedió con el proyecto clave del Gobierno y que fue apoyado por todos los sectores políticos del país: la
nacionalización del cobre. El 15 de julio de 1971, fue aprobado este proyecto de manera unánime por ambas cámaras. El Estado, a través de Codelco Chile, se haría propietario de todas las empresas extractoras de cobre que recibirían indemnizaciones, restándoles las "utilidades excesivas" que habían tenido los últimos años producto de los bajos o nulos impuestos que pagaban. Así, Anaconda y Kennecott, unas de las principales empresas mineras, no recibieron indemnizaciones por las minas de Chuquicamata y El Teniente, respectivamente, lo que da inicio a un boicot al gobierno de Allende liderado por Henry Kissinger, negándole préstamos internacionales. Por otra parte, el aumento drástico de los sueldos de los trabajadores y la congelación de los precios funciona y se llega a un crecimiento del 8% en el PNB




con baja inflación. En este ambiente, la Unidad Popular llega a su máximo esplendor, con un 49,73% de las preferencias en las elecciones municipales de ese año y con uno de sus referentes, Pablo Neruda, recibiendo el Premio Nobel de Literatura.
Sin embargo, a partir del segundo año, las reformas de Allende comienzan a verse truncadas por la violencia que comienza a surgir. Las tomas de terrenos aprovechando los resquicios de la reforma agraria terminan con algunos agricultores muertos tratando de defender sus terrenos, la sociedad se polariza, los enfrentamientos entre partidarios y opositores a Allende se hacen más frecuentes y nacen los
cacerolazos. En este clima, la visita de Fidel Castro incita a los miembros de la Izquierda a iniciar una revolución popular basada en la lucha de clases, algo opuesto a lo que proponía Allende. A nivel económico, la magia del primer año comienza a derrumbarse y aparecen los primeros síntomas del desabastecimiento y la hiperinflación.



Manifestación en apoyo a la candidatura de Salvador Allende.

El asesinato de Edmundo Pérez Zujovic, acusado por la izquierda de la muerte de 10 personas en la Masacre de Puerto Montt, es la gota que rebalsa el vaso para la Democracia Cristiana, que decide asociarse al Partido Nacional para oponerse al gobierno allendista. Una acusación constitucional logra derribar al ministro del Interior, José Tohá; sin embargo, Allende provoca a la oposición al colocarlo como ministro de Defensa. El 19 de febrero de 1972, la oposición logra aprobar en el Congreso Pleno una reforma constitucional que buscaba regularizar los planes estatizadores de la UP, iniciativa de los senadores Juan Hamilton y Renán Fuentealba. El 21 de febrero, Allende anuncia que formularía observaciones, a través de vetos supresivos o sustitutivos, que finalmente hizo llegar por oficio el 6 de abril.
En los partidos de gobierno, aumenta el deseo de radicalizar las reformas, principalmente por el líder del Partido Socialista,
Carlos Altamirano, y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria intensifica sus ataques, los que son respondidos por el movimiento de ultraderecha Patria y Libertad.
En el ámbito económico, el país entra en recesión y el crecimiento cae. El PNB cae en un 25% y la deuda externa se eleva a los 253 millones de
dólares. El desabastecimiento permite la configuración del mercado negro y el gobierno debe instalar las Juntas de Abastecimiento y Precios(JAP) para administrar el suministro de bienes a la población. Los medios de comunicación se vuelcan en enfrentamientos verbales según su tendencia política y las peleas entre momios y upelientos se intensifican. Según archivos desclasificados posteriormente por el gobierno de Estados Unidos, la CIA habría entregado apoyo, mediante la contratación de publicidad, a diarios opositores, como El Mercurio y a los promotores de un paro de camiones durante el mes de octubre de 1972, el que acaba con el ingreso de militares a los principales ministerios del país, formándose un "gabinete cívico-militar", donde el general Carlos Prats, comandante en jefe del ejército, asume como ministro del Interior.
En
1973, las elecciones parlamentarias de ese año dan un 43,85% a la UP y un 54,78% a la Confederación de la Democracia (CODE). Allende no logra la mayoría para lograr sus reformas ni el CODE logra los dos tercios del Congreso para poder destituir al Presidente. Aunque Allende trata de lograr un entendimiento con Patricio Aylwin, presidente de la Democracia Cristiana, el Partido Socialista se vuelve completamente intransigente y los acuerdos no progresan. La violencia aumenta, especialmente entre los estudiantes debido al proyecto de la Escuela Nacional Unificada. La FEUC demuestra su repudio y la Federación de Estudiantes Secundarios (FESES) se divide. El proyecto es detenido gracias a la intervención del Cardenal Raúl Silva Henríquez, que se erige como mediador en la crisis.
Los opositores a Allende comienzan a ver a las Fuerzas Armadas como la única salvación para la crisis que vive el país. Sin embargo, las ideas de René Schneider ("mientras se viva en régimen legal las Fuerzas Armadas no son una alternativa de poder") y la del general Carlos Prats ("mientras subsista el Estado de Derecho la fuerza pública debe respetar la Constitución") estaban en contra de un pronunciamiento militar lo que detenía en gran parte que las tropas se levantaran. Aunque el Partido Comunista insiste en mantener la paz y evitar una guerra civil, Altamirano afirma que "el golpe no se combate con diálogos, se aplasta con la fuerza del pueblo". Mientras las observaciones de Allende a la reforma Hamilton-Fuenzalida son rechazadas en parte por las cámaras, sin votar si insistían o no en el texto antes aprobado, generándose una controversia entre el Presidente y el Congreso, en cuanto a la tramitación del proyecto de reforma. Allende planteó la cuestión al Tribunal Constitucional, que finalmente se declaró incompetente, acogiendo la excepción formulada por la Cámara de Diputados y el Senado. Ante esta situación, y vencido el plazo para recurrir a un plebiscito que zanjara la cuestión, Allende dicta un decreto promulgatorio de la reforma, conteniendo sólo aquellos puntos no vetados. Dicho decreto no es cursado por la Contraloría General de la República y la oposición considera este hecho como absolutamente ilegítimo.
El 27 de junio, Carlos Prats es insultado en la vía pública y, temeroso de un ataque como el de Schneider, dispara al agresor que resulta ser una mujer inocente. Prats es insultado por la gente y presenta su renuncia, la que es rechazada por Allende. El día 29, Prats debería controlar uno de los momentos más tensos, cuando el coronel Roberto Souper levanta al Regimiento Blindado Nº2 y se dirige al Palacio de La Moneda. Prats, dirigiendo a las guarniciones de Santiago, logra detener este intento de golpe conocido como Tanquetazo, mientras los instigadores se refugian y piden asilo en la embajada del Ecuador, dejando un saldo de 20 muertos, principalmente civiles.
El 22 de agosto la Cámara de Diputados aprueba el Acuerdo sobre el grave quebrantamiento del orden institucional y legal de la República, en que acusaban al Gobierno de haber incurrido en diversas violaciones tales como aplicar medidas de control económico y político para luego instaurar un sistema totalitario, violar garantías constitucionales, dirigir una campaña de difamación contra la Corte Suprema, violar la libertad de expresión, reprimir con violencia a los opositores e intentar infiltrar políticamente a las Fuerzas Armadas.
Allende reconoce que su gobierno está en crisis y decide convocar a un plebiscito para evitar un golpe de estado. Sin embargo, las facciones más radicales del gobierno de la UP repudian la decisión de Allende. El MIR deja de llamarlo "compañero" y lo llama "señor"; ya sólo cuenta con el apoyo del MAPU, el Partido Radical y el Partido Comunista, que comparten la "vía pacífica". Ante esta situación, Allende habría convocado a su ministro de Defensa, Orlando Letelier, para que convenza al Partido Socialista, lo que finalmente habría logrado, la noche del 10 de septiembre de 1973.

No hay comentarios:

Publicar un comentario